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Un blog es una bitácora interior, un pasadizo que une pensamientos y emociones, un documento científico a veces. Un blog es una conversación sin certezas, como la vida misma.

EL TERRORISMO PSICOLÓGICO DE LA PERTENENCIA o “Quien sigue a la manada siempre pisa mierda”

Terrorismo psicologico

Terrorismo psicologico

La sociedad actual nos cría y nos educa en la uniformidad y lo consigue apelando a una necesidad básica del ser humano: la de pertenecer a un grupo, a una tribu, a una familia. Todos los males del mundo caerán sobre quien se salga del rebaño y cada vez es más sutil el castigo y el límite que nos tienen prohibido cruzar.

La enfermedad

Seguimos al rebaño por una necesidad básica de relacionarnos. Es humano buscar vínculos afectivos y sentirnos seguros en nuestro grupo de pertenencia. Somos seres gregarios la mayoría del tiempo y solo nos diferencia la frecuencia y la intensidad con la que buscamos dicho vínculo. Esto es lo sano.

El caso es que una necesidad básica se vuelve en contra nuestra porque las condiciones que ponemos para sentirnos a gusto en grupo, nos vienen dadas desde fuera, de una sociedad que marca las directrices de integración conforme a una uniformidad que le es muy cómoda. Luego, quien no se sale de la norma tiene derecho a pertenecer.

Pero la promesa de integrarnos es falsa porque lo que hacemos es amoldarnos, nos sobredomesticamos y es por eso que caemos en depresión, ansiedad y desesperanza. Pagamos un precio, pero sin recibir lo prometido.

La necesidad

Lo sano es satisfacer la necesidad de ser parte de un grupo, no desde la uniformidad, sino desde la identidad propia, lo que abre la puerta a la diversidad y de ella nace una actitud de aceptación y reconciliación.

Dicho así, suena muy fácil de hacer y lo es, por lo menos más de lo que nos imaginamos. Es importante que entendamos que el esfuerzo que hacemos para pertenecer de una forma uniforme y artificial es brutal, mientras que si nos escuchamos y vemos de qué manera queremos vincularnos dejamos de gastar tanta energía y nos hacemos la vida más fácil.

Un ejemplo

Si yo entiendo desde pequeña que en mi grupo de pertenencia van a entrar solo los inteligentes y atléticos, seguro que me esforzare por serlo y parecerlo, aunque yo no entre en el molde de inteligente y no me interese hacer deporte. Además, me sentiré increíblemente mal cuando no reúna los requisitos y me pasaré la vida mirando más hacia afuera que hacia adentro. Esto, aparte de ser muy incómodo es terriblemente desgastador.