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ESCUCHA TERAPÉUTICA Y MEMORIA EMOTIVA

ESCUCHA TERAPÉUTICA Y MEMORIA EMOTIVA. Un aporte teatral al terapeuta Gestalt y viceversa

ESCUCHA TERAPÉUTICA Y MEMORIA EMOTIVA. Un aporte teatral al terapeuta Gestalt y viceversa

Memoria emotiva: un aporte teatral al terapeuta Gestalt y viceversa

Se dice en teatro que la memoria emotiva es como tener un bolsillo de payaso desde el cual el actor saca su propia historia para construir un personaje. El terapeuta Gestalt tiene una especie de bolsillo de payaso, porque cuando escucha a un paciente, echa mano de su propia resonancia interna. De esta forma, tanto la memoria emotiva como la escucha terapéutica, se vuelven herramientas al servicio del proceso de autoconocimiento. Tanto para el paciente o el actor, como también para el terapeuta. Esto puede suceder sobre un escenario mediante el teatro terapéutico en consulta individual o en grupos de crecimiento personal.

La escucha terapéutica

Los dos ingredientes fundamentales para una escucha terapéutica son el estar despierto y el estar atento. Escuchar es una actividad con dos puertas de entrada, quizás por eso tenemos dos oídos. Por una parte, está lo que dice el paciente o alumno. Y por otra, el impacto que tiene en el terapeuta o profesor lo que el paciente o alumno dice. Dicho impacto es lo que el terapeuta pone en juego de su propia biografía, su resonancia interna.

En el caso del actor, la escucha se vuelve personaje en la medida en que va transformando su propio dolor. Por ejemplo, en el dolor del personaje. Para ello, el actor ha tenido que escuchar y haber tenido buena comunicación con su propio dolor.

Conclusión

Es por ello que Teatro y Terapia Gestalt se usan mutuamente como herramientas de autoconocimiento y creación, porque con ambas sanamos y somos capaces de crear una nueva actitud de vida que nos haga sentir mejor. Y, además, crear personajes que saquen lo mejor y peor de nosotros en un contexto de ficción donde el juicio moral se transforma en respeto y responsabilidad.

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